viernes, 12 de diciembre de 2014

#14/09/14

Este recuerdo me ha costado mucho conseguirlo. Mucho. Fueron horas, y horas, y horas de estar sentada, concentrada a más no poder, focalizando tan sólo un pensamiento. Pero quería estar segura.

Recuerdo la última vez que me dijiste que me amabas. Fue en mi portal, en una despedida, poco antes del cumple de Antoñito. Se podría decir que fue "como siempre" pero esas dos palabras nunca lo han sido, eran únicas cada vez. Y además éstas eran las últimas, aunque yo en ese momento no lo supiera. Y lo recuerdo. Recuerdo tu sonrisa, dulce y tímida, muy cerca de mi boca, susurrando.
Se ha convertido en mi sueño, ¿sabes? Así como el sueño de Eren es cargarse a todos los titanes, o el de Narutín es convertirse en Hokage... El mío es este. Que vuelvas a susurrármelo, con los ojos brillantes, y sintiéndolo por dentro. Y haría cualquier cosa para conseguirlo. Lo estoy dando todo por conseguirlo. Y aún me queda por dar. Y puede que leer esto te agobie, o no te guste, o te parezca un sueño de mierda, y empeore la idea que tienes de mí. Pero es mi sueño. 
Me los buso fáciles, ¿eh? 
En otra vida fui mongola, es lo que hay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario