Te-le-pa-tí-a.
Esa palabra que tanto se parece a la caja tonta y en realidad todo lo que viene a decir es lo contrario a lo primero. ¿O era a lo último? Ya no sé quién viene antes, si sentimiento o pensamiento. Pero qué más da, lo único real es tu idea en mi cabeza, que me hace parecer una ladrona, pero que se despereza en tu rincón y en el mío aunque ambos estén rotos. Y total, que para qué escribo nada si con mirarme lo sabes todo antes de que escape de mi boca. Todo... Menos cuándo te besaré. Y puedes apostar a que lo haré. Porque si hubiera algo comparable a tu mente serían esos labios que me llegan al corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario