Recuerdo aquella Nochevieja en la que me recorrí puto Madrid con la bonita de Laura, y unos tacones que pretendían que me serrase los pies, para llegar hasta la fiesta en la que tú estabas. Aún recuerdo tu sonrisa, entre fumada y bebida, pero real. Cómo me empotraste contra la pared. Tu boca...
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