sábado, 13 de septiembre de 2014

#01/09/14

Recuerdo aquella noche en mi sofá en la que me besó las cicatrices. NUNCA, NADIE tocaba mis cicatrices. Y él las besó. Me sentí tan aceptada, tan querida, tan acompañada, que por mucho que me gustaran los paseos sola en otoño, supe que a partir de aquel momento los quería con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario