sábado, 13 de septiembre de 2014

Recuerdos encerrados.

Soy masoquista, ya lo sé, pero tengo poco remedio. Estoy entre tus cajas. Sí, en plural. Casi dos años dan para muchos recuerdos. Y aunque esto solo sea una míííínima parte de todos ellos, es una parte tangible, y me hacía tanta falta sentir algo... Ahora estoy sencillamente desbordada. Todo eso me mata.
Me mata la tacita feliz que me compraste en aquella tienda de cosas que no servían para nada, sólo por hacerme sonreír. Me mata el papel en el que envolviste a Antoñito. Me mata el papel en el que trajiste la rosa cuando me aparté. Me mata el dibujo de mis ojos que me regalaste por aquel seis, en el que se me ve tan bonita que casi no parezco yo. Me mata la cucharilla de aquel helado que nos regalaron en la tienda hippie en la que compramos el regalo de cumpleaños de mi madre. Me matan los cartones de condones que me recuerdan cada roce de cada noche que parecía que no se acababa. Me mata la coronita que le hicimos a Antoñito por su cumple, Me mata el folleto de la noche de los libros que nunca podré olvidar. Me mata la caja en la que me regalaste aquella pulsera en los Reyes Magos de 2014. Me mata el envoltorio de los pendientes que me regalaste en nuestro primer seis. Me mata la cajita de smint que usamos para poder besarnos por las mañanas en El Escorial. Me mata el premio del huevo kinder en el que había una notita tuya. Me mata el envoltorio de la piruleta que nos dieron en el Jardín Secreto, cuando te llevé por tu cumpleaños. Me mata tu cadena de metal. Me matan las consumiciones de todas aquellas noches en Argüelles. Me mata el papelito de CocaCola en el que pone "tu novia" de aquella botella que te compraste en el Zoo cuando hicimos un año. Me matan las entradas de cine de Maléfica, de Rompe Ralph, de las Ventajas de ser un marginado, del Lobo de Wall Street y de Ocho Apellidos Vascos. Me mata la pegatina de "poco hecho" del Tommy Meal's. Me mata la tarjeta de visita de la Tagliatella, de aquella vez que fuimos y nos sentimos los más cuquis en medio de todos aquellos viejos. Me mata la entrada del teleférico cuando te llevé por tu cumpleaños. Me mata la entrada del Parque de Atracciones. Me mata la entrada de aquella tarde tan sucia en el Planetario. Me mata el ticket del Mercado de San Miguel. Me mata el ticket del Donkin Donnuts. Me mata la entrada de la Exposición de Pixar. Me mata el ticket del Omega center, cuando fui contigo a por el manga de Gantz. Me mata el envoltorio de las galletas que compré contigo en el Mercado de Motores. Me mata la página de la agenda que arranqué del fin de semana en que nos conocimos en el Independance. Y la que arranqué del día en que empezamos a salir. Me mata la notita que me escribiste y me colaste en la cama por un seis. Me mata la carta del primer seis. La otra carta del primer seis. La carta de cuando me aparté de ti. Me mata el texto que escribiste en tu tablón de tuenti "medio corazón". Me mata el cuento que escribimos sobre la niña y el niño. Me mata la letra de la canción que compusiste para mí,
Estos recuerdos me matan y son lo único que me hace seguir.

Lo que me mata es que no estés tú a mi lado para recordarlos conmigo.

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